arquitectura popular riosecana
La arquitectura popular riosecana es relevante porque conjuga aspectos de diferente índole como los materiales con los cuales se construía obtenidos en el paisaje local, recoge la tradición y costumbres locales, los conocimientos de varias generaciones y reviste una cierta importancia económica.
Actualmente esta arquitectura no es muy valorada por la pobreza de sus materiales y el anonimato de sus autores. La población riosecana construye sus viviendas con materiales más modernos y resistentes. Al perder muchos de estos edificios su función corren el peligro de ser abandonados o desaparecer.
¿Quieres conocer algunos elementos de nuestra arquitectura popular?
Los soportales
Los continuos cambios económicos, urbanísticos y sociales, hacen difícil su conservación o dotar a estas construcciones de una nueva función.
Pero no podemos olvidar que constituyeron la mejor respuesta a la función y necesidad de sus habitantes y son una seña inequívoca de nuestra identidad y pasado.
Los soportales están formados por columnas de madera (en algunos casos excepcionalmente de piedra) en varios tramos de la calle.
Las columnas son gruesos troncos de árboles que se apoyan en una basa o dado de piedra y que en la parte superior cuentan con zapatas que recogen el peso del edificio que soportan.
Se encuentran en las calles más antiguas de Medina de Rioseco. Actualmente en la calle Lázaro Alonso, Román Martín, Corro del Carbón, Plaza de Santo Domingo...
Los pies derechos de los soportales de Rioseco rematan en unas zapatas de madera que reciben las carreras sobre las que descansa el maderamen del piso superior.
Estas zapatas son un claro ejemplo de nuestra carpintería popular. Desplazan el peso de la casa a través de columnas que acaban en un dado o una basa cuadrada o circular de piedra.
Te invitamos a conocer esta muestra emblemática de nuestra arquitectura.
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Aleros y canecillos
Los tejados en Medina de Rioseco sobresalen para proteger la fachada de las inclemencias del tiempos. Se apoyan sobre canecillos de madera basándose en una vieja tradición medieval.
En ocasiones en una misma casa podemos encontrar varios tejadillos o aleros.
La cubierta que sustenta el soportal es de madera.
Si paseas por debajo de estos tejados aún puedes observar las antiguas mirillas de las casas.
Algo que puedes apreciar en el casco histórico es cómo las casas se adaptaban a los desniveles del terreno.
LOS MUROS
Los muros pueden ser totalmente de adobe, de tapial o mezcla de ambos materiales y, en ese caso, el tapial ocupa la parte baja y el adobe la superior con entramado de madera.
Normalmente se edificaba a base de barro mezclado con paja, un material al que los vecinos denominan trullado que también se podía fabricar con estiércol si la situación económica pero que hacía disminuir la calidad del resultado considerablemente.
¿Sabes cuál es la diferencia entre adobe y tapial?
El adobe es colocado y prensado en moldes de madera y colocado al sol.
El tapial, sin embargo, es tierra preparada a base de barro, paja y cantos rodados. Esta mezcla se mete aprisionada en un armaje de madera, se riega para que no se embarre la masa. Cuando queda terminada la primera hilada, se repite la operación sin dejar pasar mucho tiempo yse consigue una segunda hilada así hasta alcanzar la altura del muro deseada.
Entramados
Los entramados aligeran el peso de las construcciones y facilitan la apertura de vanos.
Son muy variados, desde los formados por simples maderos verticales, hasta los más complicados, los de estrella que son los más comunes en esta localidad.
Conservamos algunas imágenes de la década de los sesenta en el Fondo del Museo Etnográfico de Castilla y León donde se aprecia como los muros eran recubiertos con una capa de barro o pintura para disimular y/o proteger los materiales.
En la actualidad algunas casas han recubierto el adobe o tapial con ladrillo.
Por último, el trabajo del hierro quedaba limitado en el caso de las familias más pudientes a algunos adornos decorativos presentes en puertas o balcones.